Llamado a la Adoración

Lucas 1:46-47,50-51; Lamentaciones 5:19

Líder: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador
Todos: Tú, Señor, reinas por siempre; tu trono permanece eternamente.
Líder: Él muestra misericordia de generación en generación a todos los que le temen. ¡Su brazo poderoso ha hecho cosas tremendas! Dispersó a los orgullosos y a los altaneros.
Todos: Tú, Señor, reinas por siempre; tu trono permanece eternamente.

Reflexión Mediante La Doctrina

Líder: ¿Por qué nos pide nuestro Señor Jesucristo que nos dirijamos a Él diciendo: «Padre nuestro?»
Todos: Para despertar en nosotros, desde el principio de nuestra oración, el respeto filial y la confianza en Dios que deben ser el fundamento de nuestra oración. Saber, que Dios ha venido a ser nuestro Padre por Jesucristo, y nos concede con mayor seguridad que nuestros padres terrenales las cosas que le pedimos con fe.

Confesión de Pecados

Todos:

Dios Todopoderoso, hemos pecado contra ti y te hemos ofendido. Y sin embargo, al reconocer nuestro pecado, también reconocemos que tú eres un Dios misericordioso, que muestra su amor a todos los que le buscan. Así que con humildad te pedimos, en el nombre de Cristo, tu Hijo, que tengas misericordia de nosotros, y que nos perdones. Que tú Espíritu Santo guarda nuestros corazones, para que no sólo en aquello que hagamos, sino en lo que digamos y pensemos, seamos dirigidos por ti. Te pedimos esto, en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, a quien damos toda gloria y honor, ahora y siempre. Amén.

Seguridad de Perdón

Salmo 32:3-5

Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día. Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí.Selah Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al SEÑOR», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.

Bendición Pastoral

Que el Dios de paz que levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesucristo
Los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad.
Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada.
A él sea la gloria por los siglos de los siglos.

Que el Señor sea contigo. Y contigo también.