Llamado a la Adoración

1 Crónicas 16:28-36

Líder: Tributen al SEÑOR, familias de los pueblos, tributen al SEÑOR la gloria y el poder;

Todos: Tributen al SEÑOR la gloria que corresponde a su nombre; preséntense ante él con ofrendas, adoren al SEÑOR en su hermoso santuario.

Líder: ¡Que tiemble ante él toda la tierra! Él afirmó el mundo, y éste no se moverá.
Todos: ¡Alégrense los cielos, y regocíjese la tierra! Digan las naciones: “¡El SEÑOR reina!”

Líder: ¡Que resuene el mar y todo cuanto contiene! ¡Que salte de alegría el campo y lo que hay en él! ¡Que los árboles del campo canten de gozo ante el SEÑOR, porque él ha venido a juzgar a la tierra!

Reflexión Mediante La Doctrina

Líder: ¿Por qué no pueden justificarnos ante Dios las buenas obras, aunque sólo sea en algo?

Todos: Porque es necesario que aquella justicia, que ha de aparecer delante del juicio de Dios, sea perfectamente cumplida y de todo punto conforme a la Ley Divina; y nuestras buenas obras, aun las mejores en esta vida, son imperfectas y contaminadas de pecado.

Confesión de Pecados

Todos:

Padre. Tú que eres tan misericordioso, por favor, límpianos de todas nuestras maldad, y líbranos de nuestros pensamientos de orgullo y nuestro deseo de hacer lo malo. Una y otra vez tratamos tu palabra y tus mandamientos como cosas de poco valor. Añoramos tus promesas, pero somos perezosos para caminar en obediencia a ti. Nos encanta postrarnos para adorar nuestros propios dioses, y somos lentos para guardar tus enseñanzas con la pasión que deberíamos. Señor, venimos a ti confesando que este es nuestro pecado, confiando en tu gracia, y encontrando refugio y fortaleza en tu hijo Jesucristo. Amén.

Seguridad de Perdón

Salmo 32:1-2

Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados. Dichoso aquel a quien el Señor no toma en cuenta su maldad y en cuyo espíritu no hay engaño.

Bendición Pastoral

Que el Dios que infunde aliento y perseverancia
les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús,
para que con un solo corazón y a una sola voz
glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Que el Señor sea contigo. Y contigo también.