Llamado a la Adoración

Salmo 100

Líder: Aclamen alegres al SEÑOR, habitantes de toda la tierra; adoren al SEÑOR con regocijo.
Todos: Preséntense ante él con cánticos de júbilo. Reconozcan que el SEÑOR es Dios; él nos hizo, y somos suyos. 
Líder: Somos su pueblo, ovejas de su prado. Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre.
Todos: Porque el SEÑOR es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro; que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; y desde allí vendrá al fin del mundo a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Confesión de Pecados

Salmo 25

Todos: Recuerda, oh SEÑOR, tu compasión y tu amor inagotable, que has mostrado desde hace siglos. No te acuerdes de los pecados de rebeldía durante mi juventud. Por el honor de tu nombre, oh SEÑOR, perdona mis pecados, que son muchos. Mis ojos están siempre puestos en el SEÑOR, porque él me rescata de las trampas de mis enemigos. Vuélvete a mí y ten misericordia de mí, porque estoy solo y profundamente angustiado. Siente mi dolor, considera mis dificultades y perdona todos mis pecados.

Seguridad de Perdón

Mateo 11:28-30

»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.»

Bendición Pastoral

Que el Señor te conceda el poder ver lo que te falta, para que así puedas tenerlo todo; 
Que el Señor te deje ver tu miseria, para que puedas ser rico en Él más allá de lo que es posible medir, 
Que el Señor te muestre lo desamparado que estás para que seas lleno de la plenitud de Su provisión.

Que el Señor sea contigo. Y contigo también.