Llamado a la Adoración
Isaías 61:10-11
Líder: Me deleito mucho en el SEÑOR; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas.
Todos: Porque así como la tierra hace que broten los retoños, y el huerto hace que germinen las semillas, así el SEÑOR omnipotente hará que broten la justicia y la alabanza ante todas las naciones.
Reflexión Mediante la Doctrina
Líder: ¿Qué creemos cuando decimos: que Jesucristo fue concebido por el Espíritu santo y nació de la virgen María?
Todos: Que el eterno Hijo de Dios, el cual es y permanece verdadero y eterno Dios, tomó la naturaleza verdaderamente humana de la carne y sangre de la virgen María, por obra del Espíritu Santo, para que juntamente fuese la verdadera simiente de David, semejante a sus nosotros, sus hermanos en todo, excepto en el pecado.
Confesión de Pecados
Todos: Dios, tú que eres Justo, Santo y Soberano. Por favor, sálvame de mí mismo, de cómo me engaña mi pecado, de cómo me traiciona mi naturaleza perversa, de cómo me resisto a aceptar tu perdón, de una vida que continuamente se está revelando contra ti; Porque sé que todos mis pensamientos, pasiones, deseos y luchas son siempre contrarias a ti. Padre de mi espíritu, Rey de mi vida, no quiero estar apartado de tu presencia. Hiere mi corazón, para así poder sanarlo, rómpelo, para que con tus propias manos, puedas renovarlo. Amén.
Seguridad del Perdón
Apocalipsis 21:3-4
Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.»
Bendición Pastoral
Que el Dios que ha limpiado tus transgresiones
Y no recuerda tus pecados,
Continuamente te libera de las cargas en tu caminar
Para que puedas alabar Su nombre.
Que el Señor sea contigo. Y contigo también.