Creemos que el ministerio de los hombres es vital para la salud de nuestra iglesia. Cuando Jesús llamó a sus discípulos a ser “pescadores de hombres”, los estaba llamando a modelar la vida cristiana siguiendo su ejemplo. Nuestro Señor no solo les dijo a sus seguidores cómo vivir. También les mostró cómo hacerlo caminando y partiendo el pan junto a ellos. Él modeló una vida de obediencia y sacrificio que glorificaba a Dios, y eso es lo que queremos fomentar en los hombres de La Travesía.

Actualmente, los hombres de nuestra cultura luchan por saber qué significa ser cristianos, esposos, padres… y cómo vivir su fe en el día a día. Cuando los hombres crecen en su comprensión de Cristo y el poder de el evangelio, hay un gran beneficio para la Iglesia y nuestro país. Los matrimonios se fortalecen y las familias son bendecidas.