Misión/Visión y las 5 Prioridades de La Travesía

Misión:
Saturar nuestra vida y el mundo con el evangelio de la gracia.

Visión:
La Travesía quiere ver un movimiento irresistible de iglesias sanas que experimenten satisfacción en la supremacía de Cristo a tal grado que sean profundamente leales a Él y se vean impulsadas a buscar el bienestar espiritual y social de Puerto Rico, América Latina y el mundo, a través de la multiplicación de líderes y discípulos.

 

Prioridades de La Travesía:
1.      Estamos comprometidos con la verdad de Dios según es expresada en las Escrituras.  La Biblia nos enseña acerca de Dios, la salvación y nosotros mismos. Más que un libro de reglas, la Biblia moldea nuestra identidad teológica en la tradición reformada, y nos conecta con cristianos de todos los siglos y todas las cúlturas. Enseñamos la Biblia con gozo y con un compromiso significativo hacia la teología.  

2.      Estamos comprometidos con la proclamación del evangelio de la gracia.   Celebramos y nos nutrimos por el mensaje de la obra salvadora de Dios a favor de un pueblo que no ha merecido su amor ni su misericordia. La centralidad absoluta de Cristo tiene que ser proclamada, tanto a escépticos como a creyentes, como un medio de salvación y de crecimiento en la fe. 

3.     Estamos comprometidos con la Iglesia.   El plan de Dios para ejecutar la redención asegurada por Jesucristo se realiza a través de iglesias locales. Las iglesias saludables son el Plan A de Dios para convertir corazones y para redimir a familias y ciudades. Estamos comprometidos con plantar nuevas iglesias, así como con fortalecer las iglesias existentes mediante una amorosa colaboración y apoyo.

 4.      Estamos comprometidos con una cultura de calidez, bienvenida y hospitalidad.   Procuramos cultivar una iglesia que le dé la bienvenida al escéptico desilusionado a la vez que alimenta al creyente agotado. Queremos que nuestro mensaje y nuestras prácticas sean un espacio de sanidad y amor, para que todos puedan tener un encuentro con el único Dios vivo mediante la adoración, los sacramentos y la comunidad.

5.        Estamos comprometidos con el discipulado. Los seres humanos fueron creados a la imagen de Dios, pero esa imagen fue corrompida por el pecado. Jesús mandó a su iglesia a ir y hacer discípulos. De esta manera, Dios restaura la humanidad a su diseño original. Aprender a caminar con Dios fielmente requiere que apliquemos cuidadosamente el evangelio a nuestro intelecto, nuestras emociones y nuestras voluntades.